Por Donny Kwok y Bobby y Yip
HONG KONG (Reuters) - Cientos de policías de Hong Kong usaron el martes martillos y motosierras para desmantelar las barricadas cerca del centro financiero de la ciudad, un día después de que estallaran enfrentamientos cuando unos grupos que se oponen a la protesta trataron de despejar la calle.
La operación policial fue la última en dos días para desmantelar las barricadas después de dos semanas de protestas, en momentos en que el estancamiento aviva la frustración en el centro financiero de Asia y reduce el apoyo público para el movimiento prodemocracia.
La policía, criticada por el uso de gas lacrimógeno y porras en las primeras 24 horas de las protestas, ha adoptado un enfoque más paciente, esperando que los manifestantes cedan bajo la presión pública y despejen algunas de las principales arterias de la ciudad.
Algunos de los más poderosos magnates de la ciudad habían advertido antes de las protestas de que cualquier movimiento para ocupar el corazón de la ciudad podría socavar la estabilidad de Hong Kong. Ellos han permanecido en gran medida en silencio desde que comenzaron las manifestaciones.
Se espera que las tensiones aumenten adicionalmente el miércoles, cuando los taxistas locales, que dicen de su negocio se ha reducido en alrededor de un 50 por ciento, han amenazado con retirar las barricadas si los manifestantes no las han eliminado para entonces.
Conductores de taxis y camiones se encontraban entre los que trataron de desmantelar las barricadas el lunes.
Cientos de personas, algunas con máscaras quirúrgicas y armadas con barras de hierro y herramientas para cortar, desmantelaron barricadas y se enfrentaron con los manifestantes el lunes después de que la policía retirase algunas barreras para aliviar la congestión del tráfico.
La policía dice que la retirada de las barricadas tuvo como fin aliviar la congestión y que los manifestantes pueden quedarse, pero muchos estudiantes creen que los enfrentamientos del lunes fueron coordinados e involucraron grupos criminales.
Los manifestantes reforzaron las barricadas a última hora del lunes, levantando andamios de bambú de cuatro metros de altura junto a una vía importante, mientras que otros mezclaron cemento para verterlo sobre las bases de sus barreras.
Unas lanzas improvisadas hechas de bambú sobresalían de algunas de las barricadas.
El martes, policías con motosierras cortaron las elevadas estructuras de bambú y utilizan martillos para romper las bases de cemento de las barricadas fuera de la sede en Hong Kong del Banco de China y cerca de la oficina del hombre más rico de Asia, Li Ka-shing.
"Vamos a reconstruirlas después de que la policía las quite", dijo el manifestante Bruce Sze. "No vamos a enfrentarnos físicamente a la policía", añadió.