Por Ingrid Melander y Tassilo Hummel
PARÍS, 8 abr (Reuters) -El mandatario de Francia, Emmanuel Macron, acusó el viernes a su contrincante de extrema derecha, Marine Le Pen, de mentir a los votantes sobre su plataforma de campaña "racista", mientras la distancia entre ambos candidatos a las elecciones presidenciales se acorta.
Macron, cuya reelección parecía un resultado inevitable hace unas semanas, enfrenta ahora un duro reto por parte de Le Pen. Su sólida remontada en los sondeos de opinión ha situado su victoria dentro del margen de error en algunas encuestas.
Hasta ahora, Macron se ha mantenido al margen de cualquier debate directo, y los dos se han apuntado cada vez más desde la distancia. Pero el viernes no se anduvieron con rodeos.
"Hay una clara estrategia (de la campaña de Le Pen) para ocultar lo que es brutal en su programa", dijo Macron a Le Parisien en una entrevista publicada el viernes.
"Sus fundamentos no han cambiado: es un programa racista que pretende dividir a la sociedad y es muy brutal", explicó.
Le Pen dijo a la emisora Franceinfo que estaba "escandalizada" por la acusación de racismo de Macron, que ella rechazó, diciendo que su programa tenía como objetivo poner los derechos de los franceses en primer lugar, independientemente de su origen.
Ha centrado su campaña en el poder adquisitivo, suavizando con éxito su imagen y aprovechando la principal preocupación de los votantes al prometer una reducción de impuestos.
"Está mintiendo a la gente", dijo Macron, criticando a la campaña de Le Pen por ofrecer promesas vacías que no podría financiar y que harían huir a los inversores, lo que provocaría un desempleo masivo.
Un sondeo realizado el viernes mostró la diferencia de apoyo más ajustada entre los rivales, con Marine Le Pen obteniendo el 49% de los votos en una probable segunda vuelta contra el presidente, su mejor resultado en las encuestas.
Aunque Le Pen no ha cambiado el núcleo de la plataforma antiinmigración de su partido, que despojaría a los extranjeros de muchos derechos y prohibiría el hiyab en todos los espacios públicos, no ha centrado su campaña en eso.
Los puntos de vista radicales y abiertos de su rival, Eric Zemmour, la han ayudado a parecer más convencional y muchos votantes de izquierda han dicho a los encuestadores que, a diferencia de 2017, no votarían en la segunda vuelta para mantener a Le Pen fuera del poder.
Salvo sorpresas, se espera que Le Pen avance el domingo a una segunda vuelta contra Macron el 24 de abril. El mandatario sigue por delante en los sondeos de opinión, que le siguen viendo como el más probable ganador.
Pero el viernes expresó su arrepentimiento por haber entrado tarde en la carrera presidencial, diciendo que lo había hecho por la guerra en Ucrania.
"¿Quién iba a entender hace seis semanas que de repente empezaría a dar mítines políticos, que me centraría en cuestiones internas cuando empezó la guerra en Ucrania?", dijo Macron a la radio RTL (H:RRTL).
"Así que es un hecho que entré (en la campaña) incluso más tarde de lo que deseaba", dijo Macron, añadiendo que conservaba un "espíritu de conquista y no de derrota".
(Reporte de Dominique Vidalon, Benoit Van Overstraeten, Ingrid Melander; Escrito por Ingrid Melander, Editado en Español por Ricardo Figueroa)