Por Richard Lough
PARÍS, 11 abr (Reuters) - El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llevará el lunes su campaña en busca de votos adicionales al corazón industrial del norte del país, un bastión obrero de su rival de extrema derecha, Marine Le Pen, a la que se enfrentará en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales el 24 de abril.
Macron y Le Pen se impusieron en la votación de la primera ronda del domingo, con lo que se repetirá el duelo de 2017 que enfrentó a un liberal en lo económico y partidario de la Unión Europea con una nacionalista euroescéptica.
Los votantes de izquierdas serán cruciales para determinar el resultado de las elecciones. El tercer candidato, el veterano izquierdista Jean-Luc Mélenchon, dijo a sus partidarios que ni un solo voto debería ir a la extrema derecha, pero no llegó a respaldar a Macron.
"No nos equivoquemos, todavía no hay nada decidido", dijo Macron a sus partidarios después de que los resultados parciales le abrieran la puerta a la segunda vuelta.
Un recuento del Ministerio del Interior francés mostró que, con el 97% de los votos escrutados, Macron obtuvo el 27,60% del apoyo de los votantes. Le Pen obtuvo el 23,41% y Mélenchon el 21,95%.
Los sondeos pronostican una segunda vuelta muy reñida, con una encuesta que proyecta que Macron ganará con solo el 51% de los votos. La diferencia es tan estrecha que la victoria de cualquiera de los dos está dentro del margen de error.
Macron cargó contra su rival de extrema derecha por la financiación de su programa económico populista, que prevé la reducción de la edad de jubilación a los 60 años para quienes empiecen a trabajar antes de los 20, la supresión del impuesto sobre la renta para los menores de 30 años y la reducción del IVA sobre la energía desde el 20% al 5,5%.
Le Pen ha desintoxicado pacientemente la imagen de su partido de extrema derecha y lo ha acercado a las corrientes políticas dominantes, en un momento en que Francia también ha dado un bandazo a la derecha tras varios atentados islamistas. Aun así, sus maneras más suaves y menos combativas ocultan un programa de línea dura contra la inmigración.
No obstante, ha sido su enfoque en los problemas del coste de la vida, que preocupan a millones de personas, lo que le ha ayudado a aprovechar el descontento generalizado hacia los gobernantes mientras recorría ciudades y pueblos de toda Francia.
Le Pen dijo que los votantes estaban eligiendo entre dos visiones opuestas de Francia: "una de división, injusticia y desorden impuesta por Emmanuel Macron en beneficio de unos pocos, y la otra una unión de los franceses en torno a la justicia social y la protección".
Le Pen obtuvo el 33% de los votos en la región norteña de Alta Francia. Los candidatos de izquierdas obtuvieron un 27-28% de los votos en la zona.
Los partidarios de Macron y algunas personas de su campaña han dicho que ahora debe centrarse en cortejar a los votantes de izquierdas.
Clémentine Autain, aliada de Mélenchon, dijo a la radio RMC que espera que los votantes de Mélenchon no voten por Le Pen, pero dijo que el historial y el programa de Macron tienen poco para atraer a los votantes de izquierda.
"Macron no protege a Francia de ser tomada por la extrema derecha", dijo.
El martes Macron se dirigirá a Estrasburgo, donde Mélenchon obtuvo un alto nivel de apoyos.
(Información de la redacción de París; escrito por Richard Lough; edición de Diane Craft y Philippa Fletcher; traducción de Darío Fernández)