Por Alistair Smout y Jamillah Knowles
LONDRES (Reuters) - La primera ministra británica, Theresa May, se retiró el viernes bajo una fuerte custodia policial después de su visita a personas que viven cerca del edificio de 24 pisos que se incendió esta semana en Londres dejando al menos 30 muertos, en medio del abucheo de manifestantes.
May, que ya enfrentaba presiones por el resultado desfavorable de unas elecciones anticipadas que convocó en busca de fortalecer su Gobierno, ha sido duramente criticada por su respuesta al voraz incendio que el miércoles consumió los 120 apartamentos en que vivían unas 600 personas.
La mandataria prometió una investigación pública y 5 millones de libras (6,4 millones de dólares) para ayudar a las víctimas del incendio que rápidamente envolvió y carbonizó la enorme estructura.
En otro episodio, cientos de manifestantes arremetieron el viernes contra un edificio municipal en la capital británica al grito de "queremos justicia", enojados porque nadie salía a escuchar sus preocupaciones, cuando muchas personas aún esperan noticias de seres queridos desaparecidos.
El incendio en la Torre Grenfell, en el distrito de Kensington, ha propiciado una ola de generosidad, pero también mucha ira contra las autoridades en momentos en que el imponente edificio carbonizado se convirtió en símbolo de una sociedad muy dividida.
Las personas exigen explicaciones sobre cómo las llamas pudieron envolver tan rápido a la construcción de 24 pisos, atrapando a muchos de los habitantes de la zona superior, junto con quejas de que no se hizo lo suficiente para asistir a quienes se quedaron sin hogar o no tienen información sobre personas aún desaparecidas.
May, que visitó a heridos en un hospital el viernes, está siendo duramente criticada por no reunirse antes con las víctimas de la tragedia. El líder opositor, Jeremy Corbyn, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, el príncipe Guillermo y la reina Isabel, de 91 años, han visitado a los residentes de la torre.
El número de muertos por el incendio subió a 30, mientras que 24 personas aún estaban hospitalizadas, 12 de ellas en estado grave, afirmó el viernes el comandante de la policía Stuart Cundy, quien añadió que se espera que la cifra aumente.
Informaciones de medios indican que podría haber unas 70 víctimas mortales, pero el dato no fue confirmado por la policía, que dijo que investigará si se cometió algún delito, aunque por el momento nada sugiere que el fuego haya sido iniciado deliberadamente.