Por Daniel Flynn
DAKAR (Reuters) - La presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, pidió ayuda urgente al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para combatir el peor brote del mortal virus ébola, pues de otro modo su país perderá la lucha contra la enfermedad.
El brote actual, que fue descubierto por primera vez en marzo, ha matado a más de 2.400 personas, la mayoría de ellas en Liberia, en la vecina Guinea y en Sierra Leona, cuyos precarios servicios de salud se han visto abrumados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la epidemia se está propagando en forma exponencial en Liberia, donde se han registrado más de la mitad de las muertes, y dijo que miles de personas están en riesgo de contagio en las próximas semanas.
La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) ha establecido varios centros de tratamiento en los países afectados, pero ha advertido en reiteradas oportunidades que ha alcanzado los límites de su capacidad y ha pedido la intervención de gobiernos extranjeros.
En una carta fechada el 9 de septiembre y vista por Reuters, Johnson Sirleaf pidió a Obama que construya y opere al menos una unidad para el tratamiento del ébola en la capital, Monrovia, y argumentó que equipos civiles y militares de Estados Unidos tienen experiencia en el manejo de peligros biológicos.
El Gobierno de Liberia abrirá un centro de tratamiento con 100 camas y MSF ampliará su instalación para el ébola en Monrovia a 400 camas.
Sin embargo, Johnson Sirleaf dijo que aún existirá un déficit de 1.000 camas en la capital, así como también de 10 nuevos centros en el resto del país.
"Sin ayuda más directa de su Gobierno, perderemos esta batalla contra el ébola", escribió a Obama Johnson Sirleaf, quien ganó el Nobel de la Paz por su trabajo sobre los derechos de las mujeres.
El Gobierno de Estados Unidos ha comprometido cerca de 100 millones de dólares a través de la entrega de equipamiento de protección para trabajadores de la salud, alimentos, agua y equipo médico e higiénico, para enfrentar el brote.
Los militares estadounidenses dijeron esta semana que construirían un hospital de campo de 25 camas en Liberia para tratar a trabajadores de la salud infectados, pero que lo entregarían a Liberia para que lo administre.
El viernes, la embajadora de Estados Unidos en Liberia, Deborah Malac, dijo que Washington entrenará a fuerzas de seguridad en operaciones de aislamiento, después de que un muchacho fue abatido a tiros el mes pasado cuando soldados liberianos dispararon contra una multitud que protestaba por una cuarentena en un barrio de Monrovia.
Funcionarios liberianos han calificado al brote como la mayor amenaza a la estabilidad nacional desde la guerra civil de 1989-2003, que acabó con la vida de casi 250.000 personas.
Muchas personas ordinarias en Liberia, país fundado por descendientes de esclavos estadounidenses liberados, buscan ayuda en Estados Unidos.
Cuba anunció el viernes que desplegaría a 165 trabajadores de la salud en Sierra Leona el mes próximo, el mayor contingente de médicos y enfermeras extranjeros comprometidos para combatir al brote de ébola hasta el momento.
(Editado en español por Patricio Abusleme)