NASSAU, 26 mar (Reuters) - El príncipe Guillermo de Gran Bretaña ha dicho que apoya y respeta cualquier decisión que tomen las naciones caribeñas sobre su futuro, en momentos en que Belice, las Bahamas y Jamaica consideran cortar sus lazos con la monarquía británica.
Al final de una gira con su esposa Kate que ha estado marcada por protestas sobre el legado del Imperio Británico, Guillermo, nieto de la reina Isabel, reconoció que la relación entre los tres estados del Caribe y la Corona estaba cambiando.
"Sé que el próximo año todos esperan con ansias celebrar los 50 años de independencia, su aniversario de oro", dijo en un discurso en la capital de las Bahamas, Nassau.
"Y con Jamaica celebrando 60 años de independencia este año, y Belice celebrando 40 años de independencia el año pasado, quiero decir esto: apoyamos con orgullo y respetamos sus decisiones sobre su futuro. Las relaciones evolucionan. La amistad perdura".
Su discurso es el indicio más claro hasta el momento de que la familia real respaldaría a las tres naciones que desean abandonar a la reina como su jefa de Estado, haciéndose eco de la decisión tomada por Barbados en noviembre pasado.
Por lo general, el Palacio de Buckingham dice que estos asuntos deben decidirse por la población local y los políticos.
Durante sus 70 años en el trono, un hito que la gira debía marcar, Isabel ha visto cómo las antiguas colonias británicas han cortado sus lazos, pero sigue siendo la reina de 15 reinos, incluidos Australia, Canadá y Nueva Zelanda.
Sin embargo, la gira de Guillermo y Kate, el duque y la duquesa de Cambridge, ha puesto de relieve el decreciente apoyo a la monarquía en el Caribe. Durante el viaje ha habido protestas y llamamientos al pago de reparaciones por parte de Gran Bretaña y una disculpa por la esclavitud.
Mientras tanto, el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, le dijo directamente a Guillermo en una reunión el miércoles que su país quería ser "independiente".
Algunos medios británicos también han criticado los errores de relaciones públicas en que se ha visto a la realeza estrechar la mano de niños jamaiquinos a través de alambradas y otras hechos ofensivos, descritos como equivocaciones "sordos" por el tabloide Daily Mirror, ya que a veces parecían ser un retroceso a la época colonial.
(Escrito por Michael Holden. Editado en español por Marion Giraldo)