MOSCÚ (Reuters) - El presidente ruso Vladimir Putin dijo el sábado tras una reunión con su homólogo francés, François Hollande, que esperaba que se alcanzase pronto un nuevo acuerdo para implementar un alto el fuego en el este de Ucrania.
Actualmente hay un alto el fuego vigente desde el 5 de septiembre, pero ha sido violado frecuentemente. Putin dijo a periodistas que Rusia, que se anexionó la península ucraniana de Crimea en marzo, apoyaba la integridad territorial de Ucrania.
Antes de la reunión, Hollande dijo que quería debatir la crisis de Ucrania, mientras que Putin había afirmado que confiaba en que la breve visita del dirigente galo podría ayudar a un progreso seguro.
La reunión tuvo lugar en un aeropuerto. Putin parecía nervioso al saludar a Hollande, quien hizo esta pequeña escala en Moscú a su vuelta de su viaje a Kazajistán. El presidente francés es el líder de mayor rango de Occidente que ha visitado Rusia desde que ésta se anexionó Crimea.
El presidente ucranian, Petro Poroshenko, dijo el sábado que se había alcanzado un acuerdo preliminar para mantener conversaciones en Minsk el 9 de diciembre para implementar los pasos del alto el fuego alcanzado en septiembre, dijo Interfax.
Hollande no confirmó si tenía alguna propuesta para acabar con la lucha entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas prorrusos en el este de Ucrania, en un conflicto que ha acabado con la vida de cerca de 4.300 personas desde abril.
No obstante, sí indicó que quería abordar algunas de las cuestiones que planteó el dirigente ruso en su discurso del jueves en el que el líder del Kremlin acusó a los "enemigos del ayer" de intentar levantar un nuevo Telón de Acero en torno a Rusia.
"He escuchado su discurso hace un par de horas y creo que en algún punto debemos deshacernos de los obstáculos que nos puedan dividir", ha dicho Hollande a Putin en el aeropuerto. "Creo que podemos hacerlo", añadió.
La última vez que Hollande se había reunido con Putin fue en Brisbane el pasado mes, cuando ambos asistieron a la cumbre del G-20 en la que los líderes occidentales pusieron sobre la mesa la posibilidad de imponer más sanciones contra Rusia si no pone más de su parte para dar fin al conflicto del este de Ucrania.