Por Angeliki Koutantou y Francois Murphy
ATENAS/VIENA (Reuters) - Responsables de la Unión Europea instaron el jueves a Grecia y a sus acreedores a concluir la revisión del paquete de rescate con rapidez e impedir así que la incertidumbre se cierna de nuevo sobre el país afectado por la crisis, advirtiendo de que un estancamiento puede paralizar su emergente recuperación.
Las poco concluyentes negociaciones entre Grecia y sus acreedores internacionales sobre reformas económicas y alivio de la deuda han planteado dudas sobre el futuro del programa de rescate griego de 86.000 millones de euros.
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, se mostró "esperanzado" de que se alcanzará un acuerdo antes de la reunión de ministros de Finanzas de la eurozona el lunes.
"Es absolutamente necesario un acuerdo sobre el camino a seguir por el programa griego (...) con algo de esfuerzo de todos los accionistas, parece factible", dijo Moscovici a los periodistas en Viena.
Grecia podría tener voluntad de llegar a un compromiso, dijo, si se le diera espacio para acomodar y proteger a los afectados por la crisis.
El Gobierno griego ha resistido la imposición de más medidas de austeridad por parte de los acreedores, particularmente sobre grupos como los pensionistas que ya han sufrido 11 recortes de sus ingresos.
"Está claro que es necesario mostrar ahora al pueblo griego que hay luz al final del túnel de la austeridad", dijo Moscovici.
En Bruselas, el vicepresidente de la Comisión Europea encargado del euro, Valdis Dombrovskis, dijo que el retraso de los acuerdos implicaría costes sobre el programa de rescate griego, y que se había de encontrar una solución rápidamente.
"Existe una posición común de que el tiempo perdido tendrá un coste para todos", dijo Dombrovskis al portal griego de noticias Euro2day el jueves.
Dombrovskis, sin embargo, dijo que la situación en Grecia no podía compararse con la de principios de 2015, cuando el país evitó por poco el impago y la salida de la eurozona.
Los retrasos en la revisión del rescate implican retrasos en la ayuda financiera. Grecia tiene unos 7.500 millones de euros de deuda que cumplirá en julio y que no podrá pagar sin más créditos de los prestamistas.
Hasta ahora ha recibido unos 31.700 millones de euros del último acuerdo de rescate, el tercero desde 2010.
Los desacuerdos sobre reformas del mercado laboral y energético que los prestamistas quieren que Grecia adopte se han visto complicadas por los recelos del Fondo Monetario Internacional, que no participará en el rescate más reciente por las preocupaciones de que Atenas nunca pueda zafarse de la deuda.
Los responsables europeos han dicho que el programa de rescate no podría continuar sin el FMI, aunque un político alemán cercano a la canciller Angela Merkel dijo el jueves que la participación del FMI ya no es crucial.
Las bases de la economía se han reforzado, dijo Dombrovskis, pero ese fuerte potencial de crecimiento puede estar supeditado a las reformas.
"Así que los políticos afrontan esta elección: trabajar mucho para llegar a un acuerdo sobre la base de los progresos hechos o volver a caer en la incertidumbre. Creo que la elección es obvia", dijo.
Los datos económicos recientes muestran lo débil de la recuperación, con la inflación al alza y el crecimiento contrayéndose de nuevo.