MADRID (Reuters) - El Real Madrid despedía el martes con honores a su figura más emblemática, Alfredo Di Stéfano, en una capilla ardiente en el palco de honor del estadio Santiago Bernabéu por la que desfilaron miles de aficionados para dar el último adiós al jugador que forjó la historia del club.
Apodado la "saeta rubia", a Di Stéfano no le faltaron homenajes en vida, pero las colas que se formaron en los exteriores del Bernabéu y los numerosos amigos y compañeros del fútbol que acudieron a la capilla ardiente dejaron claro que no había sido suficiente.
"¡Viva Alfredo! El mejor de todos los tiempos", gritaron en medio de aplausos los seguidores que hacían cola para despedir a su ídolo cuando llegó el féretro del cinco veces campeón de Europa.
"Gracias a él, el Madrid empezó a ganar Copas de Europa", recordó un aficionado emocionado.
Su féretro estaba rodeado de imágenes del exjugador y de un enorme mensaje de agradecimiento junto al escudo del Real Madrid en el centro: "Gracias Alfredo Di Stéfano, el mejor de todos los tiempos".
A última hora de la tarde, el rey Felipe VI visitó la capilla ardiente, donde charló durante unos minutos con la familia y posteriormente firmó en el libro de condolencias a la salida del palco.
"Hoy le lloramos todos, es una figura irrepetible, única en el mundo", dijo el rey, que describió al exfutbolista y entrenador como "un grande entre los grandes" y "una figura irrepetible", a periodistas al abandonar la capilla ardiente.
El legendario exfutbolista y entrenador hispanoargentino falleció a media tarde del lunes a los 88 años en un hospital de Madrid, donde llevaba ingresado dos días tras una parada cardiorrespiratoria.
Al homenaje acudieron los capitanes del Real Madrid, Iker Casillas y Sergio Ramos, además de figuras históricas del equipo blanco, como José Martínez "Pirri" Sánchez, que compartió vestuario con Di Stéfano como parte del cuerpo médico del Madrid. Iván Helguera, Fernando Hierro, Miguel Pardeza y José Antonio Camacho despidieron también al presidente de honor del club.
"Ayudó a transformar el Real Madrid y lo convirtió en la institución deportiva más grande del mundo. Alfredo Di Stéfano es el Real Madrid", dijo el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, en honor del que fuera campeón de Liga ocho veces con el club blanco.
"Es un día de tristeza absoluta para el madridismo, y me atrevo a decir que para todo el mundo del fútbol", agregó.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, acompañó al ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, como representación de las instituciones políticas.
"MAESTRO"
Sin embargo, no pudieron acudir al homenaje todos aquellos que quisieron. Debido a las fechas, la mayoría de los jugadores están terminando sus vacaciones o disputando el Mundial en Brasil, pero muchos han publicado en las redes sociales su pesar.
"Las leyendas nunca mueren. Gracias por todo, maestro", publicó el madridista Cristiano Ronaldo en su cuenta oficial de Twitter.
El barcelonista Lionel Messi, en Brasil a punto de disputar la semifinal del Mundial con la selección argentina, se despidió de su compatriota en Facebook: "Hasta siempre, leyenda dentro y fuera del campo".
Di Stéfano es catalogado, junto con Diego Armando Maradona, Johan Cruyff y Pelé, como uno de los futbolistas más grandes de la historia y uno de los más completos puesto que fue un brillante defensa, hábil en el campo y prolífico delantero.
El exfutbolista sufrió varios problemas de salud en los últimos años, que en 2005 le hicieron pasar por quirófano para colocarle un marcapasos, y en sus últimas apariciones en público era habitual verlo en silla de ruedas.
Di Stéfano, que en la actualidad ocupaba la presidencia de honor del Real Madrid, comenzó su carrera en River Plate en su Argentina natal, y tras pasar por el Millonarios colombiano, recaló en el Real Madrid.
En 1991 terminó en el Santiago Bernabéu su carrera como técnico, que había iniciado en 1967 en el Elche, tras entrenar, entre otros, a Boca Júnior, River Plate o Valencia.