MADRID (Reuters) - El nacionalista Iñigo Urkullu fue reelegido el jueves presidente de Euskadi para los próximos cuatro años, en los que gobernando en minoría con el apoyo de los socialistas vascos buscará profundizar en el autogobierno a través del diálogo.
Tras no lograr la mayoría absoluta la víspera, el candidato del Partido Nacionalista Vasco a la lehendakaritza obtuvo en la segunda votación la mayoría simple con el apoyo de 37 de los 75 parlamentarios de una cámara muy fragmentada.
Consciente de la necesidad de pactar, el lehendakari apeló al diálogo, pero insistió en abrir el debate sobre la reforma del estatuto que rige la relación con el Estado español para ahondar por las vías legales en el autogobierno.
"Euskadi es una nación que debe ser reconocida", dijo Urkullu la víspera en su discurso de investidura. "Nos encontramos ante la oportunidad de alcanzar un nuevo pacto de futuro", añadió.
Un mayor autogobierno y la convivencia en la región tras el debilitamiento de ETA, junto con el empleo, son las bases de un pacto que recupera la relación de gobierno entre PSE y PNV tras dieciocho años y que exigirá el apoyo de otras formaciones como Bildu o Podemos.
"En materia de paz, memoria, convivencia y derechos humanos, propongo que renunciemos a ganarnos por mayoría, para ganar por acuerdo", dijo Urkullu en la cámara de Vitoria.
Desde el PSE, su secretaria general Idoia Mendia defendió un acuerdo entre dos fuerzas con políticas diferentes que ha sido calificado de "positivo" desde Madrid y que, en su opinión, puede servir de ejemplo para otras regiones que demandan más autogobierno, como Cataluña.
"Ni el PNV se ha hecho socialista ni el PSE se ha hecho nacionalista", dijo Mendia en la primera sesión del debate de investidura.
Aunque el PSE no es partidario del derecho a decidir, el debate sobre la relación con España que se dará en la Cámara Vasca se cerraría en unos ocho meses con la defensa de las conclusiones por parte de Urkullu en el Congreso de los Diputados.
La apertura de este debate identitario se da cuando el partido nacionalista ha recuperado el protagonismo a nivel nacional por su papel decisivo en los Presupuestos Generales del Estado, ya que el Gobierno del PP necesita del apoyo de sus cinco diputados nacionales para aprobar las cuentas públicas.
Desde el PP, Alfonso Alonso dijo que el nuevo Gobierno buscará la "independencia a fuego lento" en un momento en el que las autoridades catalanas abogan por consultar a la ciudadanía sobre una eventual separación de España el próximo septiembre.