Por Mitch Phillips
TOKIO, 3 ago (Reuters) - Se preveía un récord mundial, pero el noruego Karsten Warholm tuvo que pulverizarlo por completo para frenar al estadounidense Rai Benjamin y hacerse con el oro el martes en los 400 metros vallas masculinos, en lo que pasará a ser una de las grandes carreras olímpicas de todos los tiempos.
El mes pasado, Warholm batió la marca mundial de 29 años de Kevin Young con un tiempo de 46,70 segundos, pero superó su propio récord con una asombrosa carrera de 45,94. Benjamin le presionó hasta el final para hacerse con la plata en 46.17, también medio segundo por debajo del antiguo récord.
La brasileña Alison dos Santos, de 21 años, se hizo con el bronce en 46.72, también por debajo de la marca anterior de Young, y seis de las siete primeras clasificadas establecieron récords nacionales o continentales.
"¿Conoces el tópico de que todavía no se ha asimilado? No creo que lo haya hecho, pero me siento extasiado", dijo Warholm.
"No puedo creer el tiempo, es tan rápido. Muchas veces me preguntan por la carrera perfecta. Dije que no existía, pero esto es lo más cerca que he estado.
"Me dije a mí mismo al entrar en la carrera, recuerda todo el trabajo que has hecho. Era lo único que faltaba en mi colección (de medallas). No puedo describir lo importante que es esto para mí. Esto es lo que hago de la mañana a la noche, es enorme".
Warholm, doble campeón del mundo, corre cada carrera como si quisiera batir el récord del mundo, y el mes pasado en Oslo, en su propio país, consiguió por fin eliminar la marca de Young en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, y aparentemente quitarse un peso de encima.
Como Benjamin marcó 46.83 en las pruebas de Estados Unidos, se esperaba que el récord se batiera en Tokio, pero nadie podía predecir los récords que ambos establecieron.
En unas condiciones perfectas, los dos jóvenes de 25 años corrieron a toda velocidad y llegaron a la recta final codo con codo, hasta que Warholm se adelantó.
Cuando vio el asombroso tiempo, Warholm parecía estar en shock. Se desgarró el chaleco y se golpeó el pecho en señal de celebración antes de caer de rodillas.
Benjamin estaba igualmente sorprendido con su tiempo, sobre todo porque sólo le valía para el segundo puesto.
"Los dos han destrozado el antiguo récord mundial. No es de extrañar que se rompa la camiseta, es Superman en esta prueba", dijo el comentarista de la BBC y ex campeón mundial de 1.500 metros, Steve Cram.
(Reporte de Mitch Phillips; editado por Sudipto Ganguly y Karishma Singh, traducido por José Muñoz)