ArcelorMittal (MC:MTS), la mayor acerera del mundo, ha presentado hoy los resultados del segundo trimestre. Su beneficio neto ha sido negativo, volviendo a resultados que no se repetían desde el primer trimestre de 2016. Es el tercer trimestre consecutivo en el que disminuye su EBITDA y EBIT y el segundo consecutivo de reducción de beneficio neto, que en este trimestre ha bajado el doble con respecto al mismo periodo del año anterior. Esto ha sido debido, principalmente, a la disminución del precio del acero que, algo que llevamos viendo desde el cuarto trimestre de 2018, entre otros motivos, por la guerra comercial global.
Por otro lado, se produjeron gastos de depreciación por la venta de activos con el objetivo de la compra de ArcelorMittal Italia y por la depreciación de activos fijos de ArcelorMittal USA. Todo ello hizo que los gastos por depreciación alcanzasen los 1.100 millones de dólares (aproximadamente 997 millones de euros), lo cual también se ha visto reflejado en su cotización.
La sobrecapacidad que existe supone una reducción de la eficiencia y un aumento de los costes, lo que ha llevado a reducir su capacidad de producción en Europa, ya que además se espera que la demanda siga disminuyendo en el viejo continente, aunque se espera que China contrarreste esa reducción y se pueda llegar a tener un crecimiento positivo de la demanda del 1%. Esto también le ha llevado a reducir sus expectativas en 500 millones de dólares de capex para finales de 2019, de tal manera que ahora esperan un capex de 3.800 millones de dólares para finales de este año.
Todo ello ha repercutido en su beneficio operativo y neto, siendo ambos negativos en este trimestre. A pesar de ello, la empresa sigue mejorando su liquidez y solvencia, con un current ratio de 1,41 y una ratio deuda neta/EBITDA de 6,56. Sin embargo, la caída de sus beneficios desde el tercer trimestre de 2018 y su actual beneficio negativo han repercutido en las rentabilidades de la compañía. Aun así, el aumento de su generación de flujo de caja libre muestra la capacidad de la acerera para seguir con su actividad y aunque su FCF por acción se ha visto disminuido, sigue por encima de la media de sus competidores.
Para concluir, la empresa se encuentra con una disminución de sus rentabilidades, pero sigue presentando robustez. Se ha visto muy afectada por la bajada del precio del acero y las depreciaciones. También, debido a la parte del ciclo en la que se encuentra la empresa, no es el momento para entrar en el valor.
En cuanto a su cotización, se encuentra cayendo desde mayo de 2018, desde una resistencia que ha ido respetando desde mediados de 2012, en torno a 30,60 euros. La última vez que inició una corrección desde dicha resistencia, capituló hasta el entorno de los 6,77, zona en la cual se encuentra un soporte histórico.
Actualmente, se encuentra cotizando en torno a los 14 euros, registrando una caída del 3,40% en la sesión de hoy y acercándose al mínimo de la actual tendencia bajista en 12,83 euros. En las anteriores semanas, ya intentó perforar la resistencia de los 15,60 sin éxito, volviendo a caer por debajo de la misma, lo que podría indicar una continuación de la tendencia bajista alcanzando de nuevo el soporte en torno a 12,83. Si lo perfora, podría ser señal de continuar la tendencia hasta el mínimo de la tendencia alcista anterior.