2015 fue un año de excelentes retornos para la bolsa argentina, tanto acciones como bonos. La expectativa de un cambio de gobierno que nos acerque a una racionalidad económica fue el driver principal de este comportamiento.
Hoy, a poco menos de un mes de Gobierno, los cambios más significativos en materia económica se han enfocado en el mercado de cambios vía la relajación del cepo, absorción de pesos y ofreciendo tasas de interés reales positiva. Al menos en estos dos espacios, hoy estamos mucho más cerca de la "normalidad".
Esta vuelta o acercamiento a la normalidad tiene consecuencias muy relevantes en materia de inversión:
En primer lugar, a medida que se vayan destrabando las fuertes inconsistencias macroeconómicas con las que hemos convivido en los últimos años, los retornos de los activos también se normalizarán, y por lo tanto será difícil encontrar los "suculentos" retornos que ofrecía Argentina hace algunos años y hasta sólo unos meses atrás.
En segundo lugar, también irá desapareciendo el "desacople" que mostraron los activos locales respecto al comportamiento de la economía mundial en los últimos años. Esto implica que nuestros mercados serán mucho más sensibles al movimiento de los mercados globales, y en particular al movimiento de capitales dentro de la región.
En tercer lugar, la vuelta a la normalidad es un camino largo y no siempre es lineal. Como los mercados pricean expectativas, muchas veces se adelantan a los cambios, pero quizás estos son más lentos o de una magnitud diferente a lo que esperamos y por lo tanto podemos ver que los precios se "desinflen" transitoriamente.
Teniendo esto presente, veamos qué oportunidades hay para armar nuestro portafolio de renta fija en 2016:
Letras de Banco Central en Pesos (LEBACs)
Este tipo de inversión (colocaciones en pesos a tasa fija) ha ganado popularidad entre los inversores en el último mes, con tasas de corto plazo que alcanzaron el 38% anual. Sin embargo, esta tasa viene decreciendo, ubicándose actualmente alrededor del 30%. Este instrumento se torna bastante atractivo si el gobierno alcanza sus objetivos en materia de inflación para este año (25%/27% anual), ya que también veríamos una baja adicional en las tasas.
Mi recomendación para esta inversión es concentrar en tramos cortos (menos de 90 días) y cubrir al menos un 30% de la posición en el mercado de futuros (de cambio) aprovechando las bajas tasas de cobertura a corto plazo.
Bonos en Dólares de Largo Plazo
A pesar de la gran suba que tuvieron en 2015, los bonos dolarizados de largo plazo que hoy rinden entre el 7 y 8% podrían beneficiarse si el riesgo país argentino se acercara al de países como Colombia o Perú. Además para los inversores dispuestos a exponerse a riesgo provincial, hay bonos que ofrecen retornos superiores al 9% e incluso al 11% para los dollar-linked.
Bonos Ajustables por CER
Estos bonos fueron la mejor inversión de renta fija de 2015, con retornos superiores al 100% en dólares. Si bien el potencial de suba es hoy más acotado, los de mayor plazo ofrecen rendimientos de inflación más 4%. Si tenemos en cuenta que en otros países estos bonos ofrecen tasas de rendimiento negativa (es decir, los inversores están dispuestos a sacrificar rendimiento para cubrirse de la inflación), podríamos llegar a ver subas adicionales del 20% en dólares para 2016.
Combinando estos instrumentos de acuerdo a los niveles deseados de riesgo y rendimiento, es posible armar una cartera que permita proteger el capital tanto de la inflación como de la devaluación, y obtener una ganancia razonable para el próximo año.