Abrimos el día con más dudas heredadas de la sesión europea de ayer y del cierre americano. Los principales selectivos americanos no acaban de confirmar el rebote desde los soportes.
Excepto el Russell 2000, que sigue siendo el índice con mejores perspectivas en EE.UU., tanto el Dow Jones, como el S&P 500 y el Nasdaq se limitan a sobrevolar sus respectivas zonas de soporte (17.600, 2.060 y 4.400, respectivamente), indecisión que, combinada con el tema de Grecia, se ha traspasado a la mañana europea.
En Europa, el Dax, el Euro Stoxx 50 y el Ibex 35 intentan despegar con movimientos superiores a los 10 puntos básicos al alza, sin embargo siguen lastrados por las dudas, al igual que índices como el Cac y el FTSE MIB, que apenas logran mantenerse en positivo.
El asunto de Grecia completó otro enrevesado capítulo ayer, cuando el mercado pasó por todas las fases posibles respecto a este tema.
Desde la incertidumbre de los primeros compases del día por la falta de noticias, pasando por la esperanza por los rumores a mediodía de que Tsipras podría aceptar todas las condiciones de la Troika hasta la decepción final cuando el primer ministro heleno compareció públicamente para confirmar que había aceptado muchas de las condiciones, si bien no todas, aunque mantenía el referendo e incluso pedía y defendía el NO en la votación “para ganar fuerza negociadora”.
Al principio de la semana comentábamos que el referendo pretendía evaluar una propuesta que no estaría ya vigente en la fecha de la votación. Ahora no solo esa propuesta no estará vigente, sino que ha habido otra propuesta posterior que igualmente tampoco estará vigente el domingo, con lo que los ciudadanos griegos están votando algo doblemente caducado.
El Eurogrupo, por su parte, ha supeditado cualquier avance en las negociaciones al resultado de la votación por lo que parece que seguimos en empate técnico otra vez hasta la reunión del próximo lunes.
Otro tema que preocupaba mucho era un posible corte del suministro de liquidez a los bancos griegos, lo que provocaría un colapso de sistema bancario. El BCE se ha encargado de suavizar al menos ese frente manteniendo las mismas condiciones de liquidez de emergencia. Los bancos no podrán reabrir pero al menos tampoco quebrarán.
En resumen, las bolsas europeas van a mostrar una gran volatilidad provocada por la incapacidad de adivinar qué dirección tomarán los acontecimientos, por lo que cualquier operación especulativa debería ir acompañada de una buena gestión del riesgo.
En Estados Unidos estaremos pendientes de los datos oficiales del mercado laboral, que serán el último gran impulso para que los mercados americanos acaben la semana con buenas sensaciones, tras varios meses laterales y estando muy cerca de los soportes. El dato previsto en Non-Farm Payrolls es de 230.000 nuevas nóminas desde las 280.000 registradas en la lectura anterior.
En cuanto a la tasa de desempleo, el consenso de analistas apuesta por una ligera caída hasta el 5,4% desde el 5,5% anterior. Si se cumplen o se superan las expectativas quizá veamos un impulso para cerrar la semana bursátil con un sesgo más optimista que el registrado últimamente.
Aun así, seguimos teniendo unos techos muy definidos en Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq que deberemos romper con fuerza para inaugurar un nuevo escenario alcista.