Como era de esperar la semana pasada llegó el rebote en los mercados de renta variable internacional. Un rebote de ritmo lento pero consistente que llevó al selectivo nacional, IBEX 35, a apuntarse un 2,12% en cinco sesiones de subidas continuadas. Por su parte, en el resto de continente europeo, con la relajación de la presión sobre la lira turca y de las tensiones comerciales, también llegaron los números verdes apuntándose el EuroStoxx 50 un 1,56%. Al otro lado del charco vuelven a marcar máximos históricos con el S&P 500 por encima de los 2.900 puntos. El Euro se revalorizó la pasada semana cerrando la paridad con del dólar en 1,1623. Y finalmente el protagonismo del BCE de la pasada semana no afecto al mercado de la deuda europea manteniendo la estabilidad del último mes.
Las incertidumbres que han afectado a los mercados de renta variable europeos el último mes, a modo de serpiente de verano, empiezan a tomar un tono menos tormentoso. La presión sobre emergentes, que se contagió a los activos europeos, empieza a ser menor. El ejemplo es la subida de tipos de Banco Central Turco que ha hecho ganar posiciones a la lira turca beneficiando los intereses europeos en el país otomano. Por otro lado, se empieza a ver posible un acuerdo para el Brexit, iniciándose esta próxima semana conversaciones. El mensaje de Draghi tras la reunión de política monetaria del BCE fue en un tono constructivo ya que afianzó sus previsiones de crecimiento en la zona euro a pesar de ajustarlas. Y por otro lado, la preocupación que mostró por las tensiones comerciales, lejos de ser negativo suponen que se puede contar con el soporte del BCE ante cualquier desaceleración provocada por las restricciones en el comercio internacional.
Mención aparte merece el efecto que la dialéctica en el asunto arancelario entre EE.UU. y China provoca en los mercados. Al final de la semana pasada se apuntaba hacia una posible tregua que ayudara a una negociación y esto ayudo en los mercados. Sin embargo, todo apunta a que este lunes la administración Trump anunciará aranceles sobre exportaciones Chinas por valor de 200.000 dólares. El gravamen posiblemente se situará en el 10%, por debajo del 25% que el Gobierno estadounidense dijo por primera vez.
Si bien nos podemos encontrar con cierta volatilidad el lunes, el hecho de que el tipo se sitúe muy por debajo del anunciado inicialmente puede interpretarse como un mejor talante negociador por parte de EE.UU. y veamos buena sintonía en los mercados a lo largo de la semana.
La penalización sobre los mercados europeos de estas tensiones debería resolverse en este último trimestre, del cual esperamos un buen comportamiento dada la fortaleza mostrada por la economía del antiguo continente y el camino iniciado en la resolución de las tormentas veraniegas. Los datos que conoceremos a final de esta semana sobre la situación económica en Europa, con la publicación de los PMI manufactureros y de servicios, nos deberían ayudar a que la confianza se afiance de cara a final de año.