Puede que los accionistas de Walt Disney Company (NYSE:DIS) tengan pocas razones para estar contentos tras ver el último informe de resultados de la compañía del pasado 6 de agosto. No obtuvieron lo que querían: la continuación de la racha de victorias que ha impulsado sus acciones hasta niveles récord este año.
En cambio, las acciones de la casa de Mickey Mouse han ofrecido sus peores resultados de los últimos casi cuatro años tras no cumplir las expectativas de beneficios en un trimestre que ha incluido la inauguración de un parque temático de atracciones más esperada de la historia de la compañía. Las acciones se desplomaron casi un 5% el 7 de agosto, aunque recuperaron algunas de estas pérdidas ayer para cerrar en 137,89 dólares.
Los beneficios de los centros nacionales de la empresa descendieron durante el trimestre después de que la apertura del parque Star Wars: el Borde de la Galaxia en el Disneyland Resort de Anaheim, California, no consiguiera atraer grandes multitudes, lastrando este segmento. Contribuyendo más a la decepción, tenemos el mal rendimiento de la división de cine de la empresa.
A pesar de los estrenos de Vengadores: Endgame, la película más taquillera de todos los tiempos, así como de Aladdin y Toy Story 4, esta división tampoco ha cumplido las expectativas ya que Fénix Oscura, una película de Marvel heredada en la adquisición de 71.000 millones de dólares en activos de la Fox, ha resultado un fracaso, obligando a la empresa a su cancelación.
Técnicamente, el revés de un solo trimestre no debería cambiar mucho la situación de Disney: la empresa ha mostrado un gran impulso de ganancias el año pasado durante el cual el director ejecutivo, Bob Iger, trabajó con bastante éxito en su plan de respuesta para estimular el crecimiento. Incluso después de la tremenda caída del 7 de agosto, las acciones de Disney siguen acumulando ganancias del 26% este año, frente a la expansión del 16% del índice S&P 500.
Ambicioso crecimiento de Disney
Dicho esto, lo preocupante para los inversores es que Disney está perdiendo el impulso de sus ganancias en un momento en que está implementando uno de los más ambiciosos planes de crecimiento de su historia reciente. La empresa está invirtiendo mucho en recuperar suscriptores que desertaron hacia servicios de streaming como Netflix (NASDAQ:NASDAQ:NASDAQ:NFLX).
Disney había advertido anteriormente que 2019 sería un ejercicio fiscal difícil, pues la empresa atraviesa una transición interna tras la adquisición de la mayor parte de la 21st Century Fox (NASDAQ:TFCF), incluso mientras sigue desarrollando programas para su buque insignia, el servicio Disney+, que se lanzará el 12 de noviembre.
En su informe de resultados, Disney anunciaba que el precio de los nuevos servicios de streaming será sorprendentemente bajo, 12,99 dólares al mes, con un paquete que incluye programación familiar, deportes en directo y una vasta biblioteca de programas de televisión. El gigante del entretenimiento anunció que el precio conjunto de Disney+, ESPN + y Hulu supone casi un 30% de descuento con respecto a los precios por separado.
Pero todo esto implica mayores costes y una menor rentabilidad si los negocios tradicionales de Disney no llenan rápidamente ese vacío. En el último trimestre, el gasto en cine y series de los nuevos servicios online resultaron en una pérdida de 553 millones de dólares en la división directa al consumidor de Disney.
Esa cifra podría ascender hasta nada menos que 900 millones de dólares este trimestre, según dijo Christine McCarthy, directora financiera de Disney, en la teleconferencia de presentación de resultados. El servicio probablemente contará con entre 60 millones y 90 millones de suscriptores al final del año fiscal 2024, el año en el que la compañía espera alcanzar la rentabilidad de este segmento.
En conclusión
A pesar del revés del 3T, no creemos que las acciones de Disney hayan perdido su atractivo. No es ningún secreto que 2019 iba a ser un año de transición para Disney, pues la empresa se ha agenciado los activos de la Fox y gasta mucho en la inversión en los tres productos directos al consumidor.
Creemos que Disney es una marca potente con mucho impulso de crecimiento. Ha fijado el precio de su producto de streaming de forma competitiva y eso dificultará a los consumidores ignorar los servicios de Disney+, que ofrecen contenidos de calidad y una gran variedad. Por estas razones, el descenso de esta semana de las acciones de Disney ofrece un punto de entrada ideal para aquéllos que esperaban al margen de las operaciones.