Meliá Hoteles (MC:MEL) lleva desde mediados de 2017 sin ser capaz de levantar el vuelo en Bolsa. La razón principal, los datos del sector turístico español, cifras que no le han ayudado en este tiempo y provocaron, el pasado año, que la compañía cayera el pasado ejercicio en torno al 25%.
Y es que el Brexit se iba acercando poco a poco y el sector hotelero español es de los más afectados (la devaluación de la GBP/USD encarece los viajes de los británicos al extranjero). Uno de cada cinco turistas que llegan a España viene de Reino Unido y éstos se dejaron el año pasado más de 18.000 millones de euros. Nuestra economía está expuesta a Reino Unido porque este es el segundo país receptor de inversiones españolas, el primer emisor de turistas y el quinto destino de las exportaciones, sin olvidar que los ingresos procedentes de turistas británicos representan casi el 25% del total de los ingresos por turistas en España.
Así las cosas, la cadena hotelera venía cayendo en lo que llevamos de año un 13% y se situaba como el quinto peor valor del Ibex 35, hundiéndose el pasado viernes a mínimos de más de cinco años. Por si fuera poco, se observaba que había entrado en su capital uno de los mayores bajistas del selectivo español, Marshall Wace, con un 0,5% de su capital en posiciones cortas.
Pero ayer asistimos a la mayor subida del año de sus acciones. ¿El motivo? El anuncio de un programa de recompra de acciones propias por la que adquirirá hasta 8,5 millones de títulos por un importe máximo de 60 millones de euros para limitar su impacto en la cotización. La compañía no comprará en cualquier día de negociación más del 25% del volumen medio diario, y el programa de recompra de acciones se prolongará, como máximo, hasta el próximo 4 de junio de 2020. La finalidad de este programa es reducir el capital social de la hotelera mediante la amortización de las acciones propias que se adquieran en virtud del mismo.
¿Pero por qué esta subida que comenzó ayer y prosigue hoy? ¿Qué repercusión tiene este programa? La recompra de acciones es una de las formas en las que una compañía puede retribuir a sus accionistas. Digamos que, reduciendo la cantidad de acciones en circulación, el inversor, con el mismo número de títulos en su poder, pasa a tener una mayor participación en el beneficio. Pongamos un sencillo ejemplo: imagine que tenemos una compañía dividida en 200 acciones. Si usted tiene 40 acciones significa que es dueño del 20% de la empresa. Si la empresa decide recomprar (eliminar) 40 acciones, la compañía pasaría a estar formada por 160 acciones, pero usted continuaría teniendo sus 40 acciones. Lo que ya no tendría es la quinta parte de la empresa (20%) sino que se quedaría con la cuarta parte (25%) de la misma.
Este, y no otro, es el motivo por el cual, cuando una compañía anuncia un programa de recompra de acciones, inmediatamente sus títulos suben en Bolsa en el corto plazo. Además, en muchas ocasiones viene también acompañado por recompra de acciones por parte de directivos y de inversores potentes, lo que suele identificarse como una señal de confianza en el devenir de la compañía.
¿Cuál es la valoración de la compañía de cara a los inversores? Pues miren, el efecto de recompra de acciones seguramente siga su curso, pero generalmente no es un elemento que tienda a cambiar tendencias principales. De manera que este hecho hay que tenerlo en cuenta.
También, que los factores de incertidumbre que han llevado al precio de las acciones a estos niveles tan bajos siguen vigentes. Y es que a día de hoy nadie, ni la partes involucradas (Reino Unido, Unión Europea) saben qué va a suceder con el Brexit: si finalmente se llevará a cabo en la fecha acordada del 31 de octubre, si habrá una nueva prórroga, si se producirá con acuerdo o sin acuerdo, y en dicho caso, con qué tipo de acuerdo, etc.
Muchas variantes pendientes de resolver, cada día nuevas noticias, rumores, filtraciones... Todo ello suficiente motivo para seguir calificando la inversión en Meliá Hoteles (MC:MEL) como no apta para inversores conservadores; únicamente para agresivos.
En el gráfico pueden ver la importancia del soporte trazado, el cual fue alcanzado en julio, agosto, septiembre y octubre. Siempre ha logrado evitar males mayores, pero también es cierto que de momento los rebotes al alza no han sido nada del otro mundo. Mientras no logre romper por arriba los 7,65 euros con apoyo de volumen no merece la pena mucho el rebote, y en caso de romperlo, se fijaría un primer objetivo de subida en torno a los 8,50-8,60 euros.
La volatilidad anual registrada a 30 sesiones es del 25,90%, lo que implica que es una volatilidad media. La Beta 30 vale 0,40%. Esta ratio se utiliza para medir la volatilidad que tienen las acciones de una compañía y también para compararla con el índice de referencia de dichas acciones (en este caso el Ibex). La ratio es un número con decimales e interesa ver si es positivo o negativo y si es superior o inferior a 1.
* Un Beta positivo indica que el precio de la acción se mueve en la misma dirección que su índice de referencia.
* Un Beta negativo indica que el movimiento de la acción es contrario u opuesto al índice de referencia.
* Un Beta superior a 1 indica que la acción tiene mayor volatilidad que el índice. Ejemplo: si Beta es 1,8 significa que se mueve un 1,8% al alza cuando el índice sube un 1% y baja un 1,8% cuando el índice baja un 1%.
* Un Beta inferior a 1 indica que la acción tiene poca volatilidad y se mueve menos que su índice de referencia.
Así pues, sus acciones se mueven en la dirección de su índice de referencia, aunque con menos volatilidad.