Dublín, 25 may (.).- La escasez de mano de obra en la hostelería tras la pandemia, una tendencia detectada a nivel global, está afectando al sector en Irlanda, con cierres y cambios de horarios en, por ejemplo, los tradicionales pubs, uno de los mayores atractivos turísticos de este país.
Por ello, los grupos de representación de los empresarios presentan este miércoles sus preocupaciones ante un comité del Parlamento de Dublín, donde pedirán al Gobierno que tome medidas al respecto.
Según estos, muchos pubs de toda la isla están experimentado "serias dificultades" para contratar personal y advierten de que la calidad del servicio se resiente por la falta de trabajadores cualificados y experimentados, lo que afecta al turismo.
La Asociación de Taberneros Autorizados (LVA, en inglés) aseguró hoy que cuatro de cada diez pubs en Dublín abren ahora cuatro días a la semana, mientras que otros cierran durante periodos prolongados para dar vacaciones a sus empleados.
Su director ejecutivo, Donall O'Keeffe, recordó que en torno al 33 % de la fuerza laboral de la hostelería ha abandonado el sector desde el comienzo de la pandemia de covid-19 en marzo de 2020.
La crisis sanitaria llevó al Ejecutivo irlandés a imponer duras restricciones, con medidas que afectaron sobre todo a los pubs a través de "cerrojazos extraordinarios", señaló el directivo.
"Estuvimos cerrados o fuertemente restringidos durante casi dos años completos. Durante ese periodo perdimos a más de un tercio de las plantillas, después también de que muchos trabajadores extranjeros dejaron el país para volver a sus casas", expuso O'Keeffe a la emisora de radio NewsTalk.
Otros, agregó, abandonaron definitivamente el sector para trabajar en otras áreas de la economía a medida que se relajaron las restricciones.
La LVA avisó que este problema afectará el turismo en Irlanda, nutrido ahora por una fuerza laboral "joven" pero incapaz de ofrecer "la misma calidad de servicio".
Asimismo, opinó que el cierre de pubs durante los primeros días de la semana alterará la "atmósfera" de la ciudades y, sobre todo, de las zonas rurales, donde estos establecimientos son también el foco de su actividad social.
La LVA unirá hoy fuerzas con la Federación de Taberneros de Irlanda (VFI) para instar al Gobierno a reformar la legislación con vistas a relajar la concesión de visados de trabajo para ciudadanos no comunitarios.
Algunos políticos también han apuntado que parte del problema radica en los bajos salarios que se pagan a los trabajadores del sector menos cualificados, que reciben un mínimo de 10,50 euros a la hora y dependen de las propinas para complementarlo.
Por otra parte, la oferta laboral ha aumentado tras la pandemia y la tasa de desempleo se situó el pasado mes en Irlanda en el 5,5 %, cerca de lo que los expertos consideran el pleno empleo.