Madrid, 21 mar (.).- La Sareb, entidad creada para dar salida a los activos tóxicos de la banca rescatada, tendrá que abonar a los empleados adscritos al plan de fidelización 2017-2020 los incentivos económicos previstos para el ejercicio 2019, pese a que no se cumplieron los objetivos previstos.
Así lo indica una sentencia de la Audiencia Nacional fechada el pasado 17 de febrero, que resuelve un conflicto colectivo planteada por dos trabajadores en enero de este año.
Para los años 2017 a 2020 la Sareb puso en marcha un plan de fidelización, al que podían adherirse los trabajadores interesados y que tenía por objetivo la permanencia en la empresa durante ese tiempo, a cambio de lo cual se percibía un incentivo en proporción porcentual al salario del puesto.
La condición para recibir dicho incentivo era que en la fecha de liquidación se hubieran cumplido unos objetivos que nunca llegaron a alcanzarse.
En contra de lo alegado por la Sareb, la Audiencia Nacional entiende que la empresa nunca comunicó a los empleados el objetivo que debía cumplirse para alcanzar el incentivo.
Aunque dicho objetivo estaba identificado, no fue hasta noviembre de 2020 cuando "por primera vez se les comunica que la cuantía prevista" estaba muy lejos del objetivo inicial.
La Sareb prosigue la sentencia, estaba obliga a informar de las cifras exactas, de ahí que la Audiencia Nacional rechaza "que una parte del salario quede a expensas de decisiones unilaterales de la empresa sobre las que no es posible ningún control de adecuación o razonabilidad".
Y ello "aun cuando la configuración del bonus admita que el absoluto incumplimiento de los objetivos provoque que el mismo no sea abonado en cuantía alguna".
La Sareb, indica la sentencia, incumplió su obligación contractual de fijar, a la vista de los datos sobre cifras reales de la situación empresarial, unos objetivos "reales y alcanzables", desvinculándose de sus obligaciones.