Fráncfort (Alemania), 4 oct (.).- El euro se deprecia y se cambia por debajo de 1,05 dólares, mínimo desde diciembre de 2022, por el riesgo de recesión en la zona del euro.
El euro se cambiaba hacia las 09.00 GMT a 1,0486 dólares, frente a los 1,0471 dólares en las últimas horas de la negociación europea del mercado de divisas de la jornada anterior.
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, reiteró este miércoles que los tipos de interés en la zona del euro seguirán en un nivel restrictivo el tiempo necesario para que la inflación baje al 2 % a medio plazo.
Varios miembros del BCE han restado importancia a los recientes avances desinflacionistas y afirmado que el camino para reducir la inflación del 4 al 2 % no será tan rápido.
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, "fue el primero en exponer esta idea en una entrevista concedida al Financial Times, y el economista jefe de la entidad, Philip Lane, ha vuelto a reiterarla", comentan los analistas de Monex Europe.
Las previsiones del BCE no muestran que la inflación vuelva al objetivo del 2 % hasta 2025.
Lane sugirió que el BCE no espera que se mantengan los actuales mínimos en los precios del gas, una dinámica que plantea el riesgo de empujar al euro de nuevo por debajo de la paridad con el dólar, según Monex Europe.
El responsable de análisis macroeconómico y mercados en Generali (BIT:GASI) Investments, Thomas Hempell, considera que "el débil crecimiento de la eurozona, una recesión más leve en EE.UU. y un posible giro de la Reserva Federal apuntan a nuevos vientos en contra del euro/dólar antes de que pueda reanudar su ascenso a finales de año".
Los malos datos mundiales han contribuido a prolongar la recuperación del dólar.
En la zona del euro cae la producción manufacturera y se debilita la actividad de los servicios, y en China las exportaciones y las ventas minoristas son débiles y se mantienen los problemas en el sector inmobiliario.
Aumenta la preocupación en los mercados por el sector inmobiliario y el crecimiento de China, así como por la obstinada inflación y el aumento del riesgo de recesión en la zona del euro.
Sin embargo, la economía estadounidense resiste a las subidas de los tipos de interés y las previsiones del PIB (producto interior bruto) apuntan a un fuerte tercer trimestre.
Por ello los mercados descuentan que el BCE no va a subir más sus tipos de interés y que la Fed sí lo hará, se amplia la brecha de rendimientos y el dólar se aprecia.
La rentabilidad de la deuda del Tesoro estadounidense a diez años subió al 4,80 % tras la publicación de datos del mercado laboral que fueron mejores de lo previsto y muestran una economía robusta.
Hempell espera que el crecimiento de la eurozona toque fondo, que la recesión invernal en EE.UU. sea leve y que la incertidumbre sobre los tipos de interés dé paso a una mayor debilidad del dólar pero más adelante.
La Fed liderará el ciclo de relajación mundial en el segundo trimestre de 2024, más tarde de lo que se preveía hasta ahora, por lo que los desencadenantes que debiliten al dólar se producirán más tarde y de forma más lenta.
Hempell prevé que el euro se cambiará a 1,08 dólares dentro de tres meses y a 1,11 dólares dentro de 12 meses.
El yen
El yen continúa a la baja y rebasó brevemente la barrera de las 150 unidades por dólar en el mercado de divisas por primera vez desde hace un año, lo que desató los rumores sobre una inminente intervención de la moneda por parte del Gobierno japonés.
Los rendimientos estadounidenses y los vientos en contra procedentes de China han apreciado al dólar frente al yen.
Dados los estrechos lazos comerciales asiáticos, el yen se ve lastrado por las perspectivas de una mayor debilidad del yuan.
"El debilitado yen se acerca a niveles de intervención. La reversión de los rendimientos en EE.UU. ayudará al yen", según Hempell.
Sin embargo, la disminución de las probabilidades de un giro temprano de la política monetaria del Banco de Japón mantiene a raya las perspectivas a corto plazo del yen.
El yuan
Las autoridades chinas amortiguarán, pero no impedirán, una nueva subida del dólar frente al yuan, porque una depreciación controlada supondrá un impulso para las exportaciones de China, añade Hempell.
El yuan está débil, según Hempell, "por el vacilante impulso de crecimiento de China, su problemático sector inmobiliario y la divergencia de la política monetaria frente a EE.UU.".