Fráncfort (Alemania), 20 oct (.).- El grupo automovilístico Daimler (DE:DAIGn) anunció hoy que ha solicitado testificar ante las autoridades de competencia de la Unión Europea (UE) en una eventual investigación sobre presuntas prácticas monopolísticas conjuntamente con las principales compañías alemanas del sector.
Durante la presentación de los resultados de la empresa, el director financiero de Daimler, Bodo Uebber, confirmó con ello informaciones periodísticas de las últimas semanas, aunque aseguró que todavía no está claro que Bruselas abra una investigación oficial sobre el caso.
Las autoridades de competencia comunitarias llevan a cabo actualmente una investigación previa sobre si las compañías automovilísticas alemanas Volkswagen (DE:VOWG_p), Audi (F:NSUG), Porsche (DE:PSHG_p), BMW (DE:BMWG) y Daimler mantuvieron conversaciones secretas desde los años 90 para acordar aspectos técnicos de sus vehículos, en perjuicio de los consumidores.
Según publicó la revista alemana "Der Spiegel" a finales del pasado julio, Volkswagen remitió un año antes un documento a la Autoridad de Defensa de la Competencia alemana que revelaba esas reuniones en la que los principales fabricantes se ponían de acuerdo en secreto sobre cuestiones de desarrollo tecnológico, costes, proveedores o purificación de emisiones contaminantes para burlar las reglas antimonopolio.
La revista también informó de que el grupo Daimler habría presentado igualmente una suerte de "autodenuncia" ante el organismo de competencia alemán, ya que quien coopera primero con las autoridades en este tipo de investigaciones puede beneficiarse de una reducción en las costosas sanciones que se imponen por estas prácticas.
De acuerdo con el semanario, podría tratarse de uno de los mayores cárteles en la historia económica de Alemania, en el que habrían participado todos los grandes fabricantes automovilísticos.
Según "Der Spiegel", las compañías habrían acordado la técnica adecuada para la limpieza de las emisiones de gas y de este modo habrían sentado las bases para la crisis actual que atraviesa el diésel.
Además, discutieron sobre el tamaño de los depósitos para el AdBlue, disolución de urea utilizada para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) causadas por los escapes de los motores diésel.
Los depósitos grandes hubieran sido demasiado caros, por lo que las empresas automovilísticas alemanas acordaron depósitos pequeños en los que la cantidad de AdBlue llegaba a ser en un momento dado insuficiente para limpiar las emisiones.
También hubo acuerdos de las cinco empresas, que entre ellas se denominaban "el círculo de los 5", relacionados con cuestiones como las cubiertas de los descapotables, la elección de suministradores o la fijación de costes de componentes.
Daimler anunció hoy que en los nueve primeros meses del ejercicio tuvo un beneficio neto de 7.576 millones de euros, un 15 % más que en el mismo periodo de 2016.
Sin embargo, comunicó que el resultado de la compañía en el tercer trimestre cayó un 14 por ciento (3.458 millones de euros) debido a los gastos de la llamada a revisión y la modificación de los vehículos diésel en Europa.
En los nueve primeros meses del año pasado el resultado de la empresa había caído por el pago de una multa de 1.000 millones de euros que le impuso la Comisión Europea (CE) por acordar los precios de sus camiones junto a otros tres fabricantes europeos.