MADRID (Reuters) - La crisis cambiaria de Turquía tras los fuertes aranceles anunciados la semana pasada por Estados Unidos se cebaba por segunda sesión consecutiva con la banca de toda Europa, provocando una nueva caída del Ibex-35, que sin embargo logró conservar el soporte de los 9.500 puntos.
Los mínimos históricos marcados por la lira turca la pasada madrugada provocaron una fuga de inversiones hacia activos de bajo riesgo como el yen o los bonos alemanes, mientras que el euro sufría un severo correctivo y se tensaban las primas de riesgo de países en la periferia de la moneda única como Italia o España.
En este contexto, el Ibex-35 cayó un 0,75 por ciento a 9.530,4 puntos, mientras el paneuropeo FTSE Eurofirst 300 cedió un 0,22 por ciento.
De nuevo fue el sector financiero el principal damnificado, especialmente BBVA (MC:BBVA), el banco español más expuesto a Turquía, un país que supone casi una tercera parte de su resultado bruto. Sus acciones, que el viernes se habían desplomado un 5 por ciento, perdieron un 3,2 por ciento al cierre del lunes.
Santander (MC:SAN) se dejó un 2,4 por ciento y entre los medianos, destacó la caída del 1,7 por ciento de Sabadell (MC:SABE), mientras que el grupo de seguros Mapfre (MC:MAP), también expuesto a Turquía, perdió un 1,4 por ciento.
Fuera del sector financiero, las mayores caídas fueron para el grupo de televisión Mediaset España (MC:TL5) y la hotelera Meliá (MC:MEL), del 2,4 por ciento y el 1,5 por ciento, respectivamente.
En cambio, Amadeus (MC:AMA) lideró el selectivo con un avance del 2 por ciento tras anunciar el viernes al cierre un acuerdo para comprar el grupo estadounidense Travelclick por 1.520 millones de dólares.l
Por último, el grupo de torres de telecomunicaciones Cellnex (MC:CLNX) sumó un 0,6 por ciento por la mejor percepción de diversas casas de análisis tras sus últimos resultados trimestrales, explicó un analista.