2_800x533_L_1412602635.jpg)
Por Peter Apps
WASHINGTON (Reuters) - En 2013, Eliot Higgins utilizó vídeos de Siria publicados en la red para rastrear armas y ubicar un ataque químico en Damasco desde un ordenador en el centro de Inglaterra.
Este año, el bloguero y activista británico está utilizando las mismas técnicas para investigar los misiles que se cree que derribaron el vuelo MH17 en Ucrania.
Mientras los conflictos continúan en Oriente Próximo y Ucrania, el número de imágenes publicadas en las redes sociales se está incrementando exponencialmente, dando a observadores de medio mundo una visibilidad sin precedentes de acontecimientos en el terreno. Grabaciones y fotografías han ayudado a activistas y expertos a identificar lo que ellos dicen que son aeronaves iraníes en Irak, armas extranjeras -incluidos cohetes hechos en EEUU- en Siria y matanzas en Gaza y Nigeria. La semana pasada, la joven de 16 años Farah Baker atrajo la atención de los medios de todo el mundo después de narrar en directo en Twitter un ataque cerca de su casa en Gaza.
Las agencias de inteligencia, las firmas de seguridad y los grupos en defensa de derechos humanos están mostrando un creciente interés en esto. Después de que el vuelo MH17 de Malaysian Airlines fuese derribado en el este de Ucrania el mes pasado, vídeos y fotografías de un lanzador de misiles tierra aire SA-11 de construcción rusa fueron rápidamente identificados.
Utilizando Google Streetview, Higgins y sus compañeros ubicaron cada una de las imágenes en la carretera principal entre Donetsk - bastión de los separatista rusófonos- y la ciudad fronteriza de Lugansk.
Al mismo tiempo, otros fueron marcando la localización de restos del Boeing 777 derribado antes de que los investigadores fueran capaces de llegar a la escena.
"El volumen de la información en las redes sociales está incrementándose todo el tiempo", dijo Higgins a Reuters. "En Ucrania, hay mucho más disponible que en cualquier otra parte que hayamos visto antes. Hace mucho más fácil identificar lo que está pasando".
El problema con las redes sociales es que de lo que se informa en ellas no es necesariamente preciso.
Pero, según dicen los expertos, aunque sería bastante posible falsificar un solo vídeo convincente, falsificar grandes cantidades de grabaciones en localizaciones diferentes y en diferentes dispositivos sería mucho más complicado.
Herramientas como Google Streetview también permite que las localizaciones puedan ser verificadas independientemente online. En otros casos, activistas locales han podido visitar la localización en persona para comprobar detalles.
Moscú y los separatistas en Ucrania niegan su participación en el ataque y han señalado a las fuerzas gubernamentales ucranianas. Washington y sus aliados dicen que saben que el lanzador de misiles llegó desde Rusia y que los separatistas probablemente dispararon al avión por error.
El Gobierno de EEUU se basa en gran parte en las redes sociales para decir que la batería de misiles suministrada por Rusia fue la responsable del siniestro, en el que murieron 298 personas. Washington también hizo referencia principalmente a pruebas en las redes sociales durante la sospecha inicial de un ataque químico en agosto del año pasado cerca de Damasco del que acabó culpando al gobierno de Bashar al Asad.
"Está claro que los análisis (en las redes sociales) pueden proporcionar una imagen granular sin precedentes de acontecimientos sobre el terreno que potencialmente marcan una enorme diferencia", dijo Nigel Inkster, ex vicedirector del servicio secreto de inteligencia británico (MI6) y ahora director de amenazas transnacionales en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.