Caídas crecientes de las bolsas europeas en estos momentos, que ya ayer cerraron lejos de los máximos que se llegaron a alcanzar. Grecia sigue siendo el centro de atención, y el juez de todos los movimientos que se producen en la renta fija y variable europeas.
Las últimas novedades apuntan hacia dos focos que amenazan, en parte, la consecución de un acuerdo definitivo este jueves: al FMI parece no convencerle del todo la propuesta helena, que hace recaer más del 90% del paquete del ajuste de 8.000 millones de euros que ha presentado en subidas de impuestos, que siempre son menos seguras y con más efectos negativos sobre el crecimiento potencial que los recortes de gastos.
El otro problema estriba en la oposición interna que existe en el partido que da sustento al Gobierno griego, y que parece dividido en la aceptación del acuerdo propuesto a los acreedores.
El primer ministro griego contaría, por el contrario, con el voto favorable de otras formaciones del arco parlamentario que podrían darle los votos para sacarlo adelante.
Los selectivos europeos suben en torno a un 6% desde los mínimos que se alcanzaron el pasado jueves (la Bolsa de Atenas rebota cerca de un 20%), lo que también facilita el que aparezcan ciertos impulsos correctivos.
En esencia, las cosas no han cambiado en demasía: las opciones de conseguir un acuerdo para culminar el segundo rescate esta misma semana (con el desbloqueo de más de 7.000 millones de euros), que podría ser refrendado en los distintos parlamentos nacionales a comienzos de la próxima semana, siguen siendo altas, lo que implicaría eliminar en el corto plazo la principal preocupación de los inversores.
Hoy tenemos un buen comportamiento de las eléctricas alemanas, tras conocerse que el Gobierno planea retirar el gravamen a las centrales térmicas de carbón, mientras que las empresas de telecomunicaciones tienen un mal día, por varias noticias corporativas adversas.
Wall Street cerró con tímidas subida ayer. El S&P 500 subió un 0,06%, mientras que el Nasdaq lo hizo un 0,12%.
En Asia, el Nikkei ha subido un 0,28%, mientras que la Bolsa de Shangai se ha anotado un 0,91%. En Europa hemos conocido un dato del IFO alemán que ha quedado mucho peor de lo esperado (107,4 frente a 108,1).
Esta tarde en EE. UU. conoceremos el PIB revisado del Q1 y el PCE de inflación a las 14:30. Este dato doble podría ser muy relevante, por sus implicaciones en el debate sobre la subida de tipos.
Recordamos que tras la reunión de la Reserva Federal (Fed) la semana pasada, el mercado duda entre dos opciones principales: una subida de tipos de interés en el mes de septiembre, y otra en diciembre; o una única subida de los tipos en el último mes del año. Ayer, Powel, de la Fed, se mostró partidario de la primera opción. A las 16:30 horas se publicarán también las reservas semanales de crudo.
En resultados empresariales conoceremos los de Bed Bath & Beyond (NASDAQ:BBBY) y Monsanto (NYSE:MON).
En el mercado de divisas, tenemos al EUR/USD rebotando desde los mínimos de 1,1150 que ha llegado a tocar, hasta situarse ligeramente por encima de 1,12. La libra esterlina y el dólar australiano destacan por su fortaleza en el corto plazo, mientras que el dólar neozelandés es la divisa más débil en estos momentos.
En materias primas, pocos movimientos en los metales, mientras que el crudo está rebotando en las últimas horas desde el soporte de los 62 dólares hasta los 65 dólares.
En resumen, las caídas de hoy parecen una recogida de beneficios fomentada por la aparición de fricciones en torno al probable acuerdo entre Grecia y los acreedores, que no destruyen la esencia del impulso alcista nacido la semana pasada.