El 2025 comienza con fuerza para el petróleo Brent, que ha logrado despegarse de un soporte mensual clave en los 72,500 dólares, un nivel donde el precio permaneció durante cuatro meses consecutivos consolidando su base. Este repunte inicial marca un cambio significativo en el comportamiento del mercado, dejando atrás un período de incertidumbre y volviendo a encender las esperanzas de un año alcista.
En el mediano plazo, el Brent ha logrado algo trascendental: romper por primera vez una estructura bajista que había dominado desde el 2022, cuando alcanzó máximos de 126 dólares. Adicionalmente, la ruptura de la resistencia semanal en los 77,615 dólares refuerza el impulso alcista, apuntando a un objetivo inicial en los 86.84 dólares, una meta que muchos analistas ya comienzan a observar cómo factible en las próximas semanas.
En el corto plazo, los inversores podrían esperar retrocesos hacia zonas marcadas, ofreciendo nuevas oportunidades de entrada antes de que el Brent retome su camino al alza. Este comportamiento es típico en un mercado que busca consolidarse antes de un movimiento mayor, y todo parece indicar que el 2025 será un año de recuperación sostenida para el petróleo.